Ana se encuentra en el mejor momento de su carrera, disfrutando del éxito y de los resultados. Actualmente sigue en Berlín y estuvo brillando en la alfombra roja del gran Festival Internacional de Cine de Berlín conocido popularmente como Berlinale, gracias a la película Las Herederas del cineasta paraguayo Marcelo Martinessi, la cual estuvo nominada.
Antes de viajar respondió nuestro cuestionario para que la conozcamos más.
¿Cuál es tu frase o lema?
Tengo varias frases. Me vienen a la cabeza tres:
“El amor encontrará el camino por los senderos donde ni los lobos se atreven a entrar”
Es de Lord Byron pero mi hermana mayor me la enseñó.
“Trabajo, trabajo, trabajo”
Es de Konstatin Stanislavsky y fue Ramón del Río quien me la mostró.
“El único lugar donde el éxito viene antes que el trabajo es el diccionario”
Es de Donald Kendall Mcintosh pero fue mi abuelo Pedro el que me dijo esto.
¿Qué te atrajo a tu carrera?
Probablemente la sed de hacer algo que te gusta. Tal vez fue una casualidad, o esto me estaba llamando hace años. La primera vez que actué, fue para el demo de un comercial que dirigió Agu Netto y Producía Aramí Ullón allá por el año 1.999 y empecé a estudiar en la Escuela Municipal de Arte Dramático Roque Centurión Miranda EMAD IMA recién en el año 2004.
¿Quién fue tu motivación?
En un principio fueron ganas de algo que estaba adentro y buscaba la forma de salir. Después, cuando decidí que esta sería mi profesión y me ganaría la vida así, miré de otra a las personas que se dedicaban a actuar. Me maravillan muchas figuras y elencos. Silvio Rodas, un gigante que trabaja con todo el mundo, fue uno de los motores que inspiró mis ganas de probar trabajar con todos los artistas y todos los lenguajes interpretativos posibles para mí. Fue mi maestro, mi compañero y con orgullo puedo decir un amigo.
¿Qué representa para vos el teatro?
El teatro es una forma de vida, una herramienta poderosísima que nos rememora que somos nada más que momentos, trozos de historias dentro de una fábula colectiva que sigue su recorrido.
El teatro es duda, conflicto, incertidumbre. También implica respuestas.
¿Se vive del teatro actualmente?
Yo cambiaría la reflexión por la posibilidad de vivir del arte en general, teniendo en cuenta nuestra actualidad cultural y las perspectivas que hay para el país y la región.
La ausencia de una mirada perspicaz sobre las políticas culturales existentes y las posibles convierte el futuro en un lugar incierto para vivir del teatro. Por otro lado, en los últimos años, la escena local se fortaleció y eso es algo digno de mencionar y tratar de mantener ese espacio conquistado con mucho esfuerzo.
¿Qué les dirías a los nuevos estudiantes o actores?
Gracias por esta pregunta, pero no me considero ni quiero ser un ejemplo para nadie.
Estoy viviendo esta única vida como deseo.
Podría decirles varias cosas, por ejemplo, para empezar: que estudien. Existen personas en el arte que no pertenecen a ninguna escuela y fueron genios, son pocos. Elegidos. Las distintas instituciones de formación en Paraguay ofrecen maestros de calidad y experiencia para que los chicos y grandes se formen como actores o público calificado.
Y para terminar les diría que crean en sí mismos más que en lo aprendido.
Sí, es contradictorio lo que estoy diciendo. Para mí es así. Soy una persona en conflicto constante con a qué obedecer o desobedecer, entonces, finalmente, es mi intuición la que traza el camino sin reglas de mi carrera.
Estudiar las técnicas y romperlas con intuición, en ese orden.
¿En qué momento de tu carrera te encontrás o estás actualmente?
No sé. Realmente no tengo un plan ni sé a dónde voy. Como te dije, sigo mi intuición y escucho todos los consejos.
Quiénes son tus inspiraciones o maestros
En teatro? Muchos maestros tengo. Traté de ser buena alumna de todos y luego, no por desagradecimiento, sino más bien por locura o simple ejercicio de la libertad: desobedecí.
Trabajé como actriz de Wal Mayans, Agustín Núñez, Miguel Gómez, Jorge Brítez, Roger Bernalve, Galia Giménez, Gustavo Ilutovich, Moncho Azuaga, Arturo Fleitas de nuestra escena local. Aunque todos estos directores tienen gran proyección internacional. Tengo tres pendientes que son inspiraciones también como el sueño de trabajar con la compañía Roque Sánchez Pastor, Equipo Teatro o con el Arlequín Teatro y ser dirigida por José Luis Ardissone y por último, que me dirija Tito Chamorro. Sueños. Ilusiones. Inspiraciones.
Qué esperás del teatro
Espero y deseo, eso mismo, deseo que sea de todos y para todos. Que crezca, que todos puedan estudiar y hacer teatro. Que todos puedan ver teatro. Que todo el que decida pueda vivir haciendo teatro.
Es una postura política. Eso deseo.
¿Qué pensás del teatro paraguayo?
Que se está fortaleciendo de una manera asombrosa a nivel local: con instituciones, organizaciones; propuestas, de montaje y contenido, diversas y frecuentes; muestras y encuentros. Es muy positivo todo esto, sería fabuloso que el apoyo gubernamental, mediático, social y empresarial acompañara este logro.
A quiénes admirás?
A la gente que cree en sí misma a pesar de las censuras y críticas sociales. A la gente que se anima a transgredir, a ser ellos mismos con furia y sin miedos. Son los locos los que trazan los caminos por los que avanzan los cuerdos.
Teatro o Cine?
Ambos. Siempre. Me siento feliz y muy cómoda en ambos lenguajes.
Contanos algo sobre el festival en Berlín
Uy, pienso en Berlín y me hallo y me asusto un poco siempre. Es un gran logro de un gigantesco aparato humano y profesional, que es el cine, del que yo soy una parte chiquitita y me siento feliz con la selección en la competencia oficial. Estoy viendo todavía cómo encarar eso, para serte muy sincera.
Fotografía: Alejandra Ramos Segovia
@alerastas
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