Lleva más de 16 años en el arte de la Ebanistería, las técnicas básicas de talla y de construcción de muebles las aprendió de su maestro Pablo Ibarrola, trabajó para un francés de nombre Robert Bernou, un anticuario experto quien enviaba sus trabajos a Francia y posteriormente también los suyos. Pasaban los años y se hizo de clientes paraguayos y extranjeros y gracias a ellos sus trabajos cruzaron fronteras, y hoy están en países como Francia, Austria, Alemania, España, EE.UU, Chile y Brasil.
¿Como fue tu acercamiento al mundo de la Ebanistería?
Recuerdo muy bien que estaba sin trabajo y me urgía hacerlo y uno de mis hermanos me comentó que en el lugar donde él trabajaba como carpintero, un señor hacía tallados en madera, y que si yo quería podía ir a aprender y que el señor me enseñaría de oficio, al escuchar todo eso no me gustó tanto la idea, no quería eso, quería algún trabajo de oficina pero no estaba preparado para eso entonces fui al taller. Al ver todo lo que el señor hacía me quede impactado y dije “yo no voy a poder hacer esto", Pero a la tercera semana ya estaba realizando trabajos sencillos y con un pequeño sueldo semanal para incentivarme.
¿Cómo empezaste a tallar?
El señor Pablo me dio un pedazo de madera, dibujó una flor en él con esto me mostró las técnicas de agarre de las herramientas como manejarlas, el talló esa flor y yo mirando atentamente y pensando “Ah… que fácil es", pero cuando me tocó agarrar las gubias... Me di cuenta que era muy difícil, y lo tomé como un gran desafío.
¿Por que la ebanistería y no otra profesión?
Sinceramente creo que la ebanistería me encontró a mí. Volaba de emoción cada vez que iba al taller a practicar y le ponía muchísimo empeño.
¿Cómo fue tu primera obra?
Ya cuando Pablo vio notó que ya estaba listo para trabajar, me dio un trabajo de verdad (risas) era un marco de espejo que llevaba dos apliques tallados que eran unos adornos de volutas con flores.
¿Cual fue la obra que más te marcó?
Realmente cada uno de mis trabajos me deja una experiencia única, la que fue la más desafiante hasta ahora fue un retablo grande para una capilla a orillas del río Acaray en el departamento de Alto Paraná.
¿Cuánto fue el tiempo máximo que trabajaste en una obra?
El retablo para capilla que mencioné más los tallados de la puerta de entrada y los bancos, me llevó poco más de 7 meses.
¿Que ebanistas han influido en tu vida y quién te gusta de los actuales?
Recuerdo que en mis comienzos admiraba mucho las obras de un ebanista francés llamado Louis Delanois que nació en 1.731 y murió en 1.792. No sigo a ningún ebanista en la actualidad aunque suelo ver los trabajos de muchos y son impactantes.
¿Como ves la ebanistería en el mundo contemporáneo?
Yo estoy muy metido en el arte mobiliar clásico, y poco a poco me estoy adentrando en lo contemporáneo, veo obras de ebanistas modernos que son una locura lo que da la bienvenida a la inspiración para construir muebles contemporáneos.
¿Que aconsejás a aquellos que empiezan en este complejo mundo de la ebanistería?
En primer lugar en nuestro país no existe una escuela que enseñe la ebanistería. Aprendí las técnicas básicas y luego con libros y con eso batallé hasta que pude acceder a internet y aprender más, el empeño que le ponía era con pasión y así fui profesionalizándome. Yo tuve en total 9 alumnos de los cuales solo 3 fueron buenos pero no continuaron, tomaron otros caminos. Mi consejo a los que se quieren adentrar en este oficio es que aprendan a dibujar bien, eso es lo principal para la talla de madera y el diseño de planos y plantillas para los trabajos.
¿En que proyecto te encuentras trabajando actualmente?
Estoy construyendo dos grandes sillones con muchos tallados, hermosos sillones de gran nivel artístico.
¿Si no hubieses elegido ser Ebanista, a que te hubieras dedicado?
Yo creo que sería un Artista Plástico, quería estudiar en la Escuela de Bellas Artes pero mi pasión por la Ebanistería fue más fuerte.
Tu frase favorita:
LA PRÁCTICA HACE AL MAESTRO
¿Qué es lo más importante en la vida de Pedro Giménez?
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